Aplicación del modelo Altman Z-score como herramienta de detección de insolvencia económica para empresas del sector productivo de la ciudad de Bogotá.
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Resumen de la propuesta: Máximo de 200 palabras. El proyecto de investigación denominado Aplicación del modelo Altman Z-score como herramienta de detección de insolvencia económica para empresas del sector productivo de la ciudad de Bogotá., busca analizar la fortaleza que tienen las empresas del sector productivo en Bogotá a lo largo del año 2016 hasta el 2020, estableciendo las probabilidades de quiebra empresarial, de acuerdo al análisis de los ratios financieros generados por cada unidad productiva en un lapso de tiempo generalmente en un año fiscal y sus repercusiones a nivel económico y financiero. De esta manera se podrá determinar el crecimiento y desarrollo a nivel de indicadores financieros y de producción de este sector empresarial y su contribución al desarrollo económico para la ciudad de Bogotá La estabilidad financiera y económica de una empresa es importante analizarla con los indicadores y proyecciones adecuadas, de esta manera se podrán tomar las decisiones más acertadas para su posicionamiento en el mercado. El Modelo Altman Z-Score permite determinar de una forma precisa y certera la probabilidad de estabilidad financiera con la antelación suficiente con respecto a la fecha de la quiebra de la empresa, determinando un porcentaje mínimo de error en su cálculo. Por lo tanto, se puede decir que la fórmula de Altma Z-Score para predecir quiebras empresariales es bastante precisa y su utilización y aplicación con un análisis cualitativo de la empresa ayuda a determinar el proceso continuo de una organización para predecir una quiebra futura. 1. Antecedentes: Señalar desarrollos investigativos previos dentro y fuera de la Iberoamericana que soportan la propuesta. Las empresas independientemente de su clasificación son la columna vertebral de la economía de los diferentes países a nivel global. Por lo tanto, se convierten en unidades importantes que aportan al crecimiento y desarrollo económico de los países. En razón de lo anterior, son las organizaciones empresariales las que terminan contribuyendo en gran medida a la expansión económica de las naciones y el espíritu empresarial que las crea el que normalmente se vincula a la creación de puestos de trabajo, aumentos de la productividad y mejoramiento en los niveles y estándares de vida (Altman y Sabato, 2005) La capacidad de éxito o de fracaso de una unidad empresarial depende de muchos factores tanto endógenos como exógenos, pero uno de los procesos más relevantes se gesta desde la parte financiera y contable en cada organización. La capacidad de planear los destinos de la empresa es fundamentar para la supervivencia en el mercado. Los indicadores financieros y económicos se convierten en la base fundamental para tomar decisiones de acuerdo a la coyuntura económica que evidencian los países en la actualidad. Como bien plantea Mason (2010) sobre la base de este tipo de descubrimientos se cumple el viejo adagio que plantea que “la gente no planea fallar, falla al planear” pues más de la mitad de las nuevas empresas desaparecen en los primeros cinco años, y el 80 por ciento de las nuevas empresas fracasan a lo largo de ese plazo. Esta situación se debe a diferentes factores internos y externos que provocan el fracaso empresarial de las mismas; entre los principales factores internos podemos resaltar la falta de cultura organizacional, débil gestión operativa, económica y financiera, Entre los factores externos se pueden enunciar las disposiciones legales, los mecanismos de regulación, características de la industria, la comunidad y los programas de apoyo y desarrollo empresarial entre otros (Franco & Urbano, 2010). Cuando se evalúan las causas que conllevan al fracaso de una unidad empresarial se identifica como principal motivo una deficiente gestión y planeación financiera que se desarrolla para mantener su operatividad, adicional a esto, muchos de los emprendimientos surgen de manera empírica sin ningún conocimiento básico de los procesos administrativos, técnicos, contables, financieros, comerciales, legales u organizacionales de una empresa. Las falencias en estas áreas son razones que atentan con la estabilidad comercial, posicionamiento en el mercado y perdurabilidad en el tiempo de las estructuras empresariales. Con el panorama anteriormente descrito se lograr inferir que los problemas financieros se convierte en un aspecto fundamental dentro de una organización para poder anticipar futuros problemas que pueden aquejar la visión y misión de la organización y sus futuras ganancias en el mercado para ello autores como: (Lin y McClean, 2000); )Chuvakhin y Gertmenian, 2003); (Moody`s, 2005); (Merkevicius, Garšva y Girdzijauskas, 2006) determinan que se hace necesario implementar una herramienta financiera que permita minimizar el riesgo de quiebra de las organizaciones. el abordaje del estudio y detección anticipada de dificultades operativas y financieras en las empresas fue tradicionalmente realizado con el uso de razones financieras convencionales, sin embargo, poco a poco los académicos y practicantes se han estado direccionando desde el análisis por razones como herramienta analítica hacia técnicas estadísticas más rigurosas como el análisis discriminante múltiple (Altman, 1968, 1977, 2000,2002, 2017). Durante los últimos 40 años se han dedicado esfuerzos sustanciales al estudio de metodologías de predicción de los fracasos empresariales, dentro de esta línea de investigación los trabajos desarrollados por Beaver (1967) y Altman (1968) desarrollaron modelos univariables y multivariables para predecir los fracasos empresariales utilizando para ello y en cada caso particular, un grupo y número distinto de ratios financieros (Altman y Sabato, 2005). La existencia de estudios recientes demuestra la eficiencia del modelo Z- Altman como herramienta poderosa para diagnosticar y proyectar la probabilidad de quiebra o no quiebra a nivel financiera de las estructuras empresariales; mediante la aplicación del modelo se define los rangos (zona de quiebra) donde se encuentra la empresa, permitiendo predecir con suficiente anticipación el porcentaje de riesgo que tiene la empresa de fracaso o de éxito en un mercado determinado. En este contexto se propone el uso del modelo Altman Z-Score, el cual es un modelo de análisis financiero utilizado para determinar el desempeño de una empresa en relación con las tendencias potenciales de quiebra. Mediante la aplicación de 5 índices de medición, estos índices reflejan las capacidades en la gestión de activos de la empresa (Sudiyatno & Puspitasari, 2010). Este modelo permite tomar las medidas preventivas necesarias a nivel financiero y contable dentro de la organización a partir del uso estadístico iterativo de discriminación múltiple (Altman et.al, 2017).