La violencia, como fenómeno social que entraña múltiples peligros para la convivencia humana, afectó notablemente el tejido social colombiano, a tal extremo que, poco a poco, fue causando deterioros en el tejido nacional. Dentro de sus distintas expresiones, la violencia alcanzó el núcleo mismo de la sociedad, generando daños a la familia del país. Hoy, por hoy, nadie se atreve a negar que la violencia familiar ha causado graves consecuencias al tejido social del país y viceversa.