La ventilación mecánica es una herramienta terapéutica eficaz que permite preservar la vida del paciente, sin embargo, estudios realizados han demostrado los riesgos y efectos adversos que se pueden presentar desde su instauración, por lo que debe evitarse un soporte ventilatorio prolongado, siendo el primer objetivo la retirada de la misma a través de una desconexión gradual denominada destete o weaning, proceso que le permite al paciente una adaptación fisiológica para asumir su función respiratoria adecuada