El abuso sexual infantil en la actualidad, así como lo menciona Vargas y Mosquera (2014), es una problemática de orden social, que cada vez va tomando más impacto psicosocial sobre los niños, niñas y adolescentes, por tanto es importante tratar el tema desde una perspectiva psicológica, jurídica y social donde hay que tomar en cuenta comportamientos culturales detonantes en actuación del victimario tales como: violencia intrafamiliar, relaciones familiares, roles sociales, contexto vulnerable, usos y costumbres, nivel de escolaridad, entre otros.