La educación siempre ha sido un importante componente para la realización del hombre. Lamentablemente, en los últimos años nuestro historial educativo ha perdido lustre. Los padres se quejan de la calidad descendente de la instrucción que reciben sus hijos. Los maestros argumentan que la atmósfera en que se les pide que enseñen, frecuentemente no favorece el proceso Enseñanza-Aprendizaje. Es posible que nuestras instituciones educativas no estén proporcionando a los niños las herramientas que se requieren para enfrentarse a los problemas de la vida. Indudablemente han sido muchos los progresos a nivel mundial aportados por diversos pedagogos en materia de educación; sus principios son retomados y aplicados al ámbito educativo sin saber si cumplen o no el fin utilitario que se les ha conferido.